...

Para Janik

Acaba de irse Liz. Ha regresado de su viaje a Alemania, y parece que no ha pasado el tiempo entre nosotras, aunque sí, sí ha pasado y puedo verlo en sus facciones y en las palabras que nombran sus historias, las experiencias de las que ha aprendido...hemos hablado de las relaciones personales, del poder, del cariño, del extrañamiento y de la ausencia. Hemos bebido un buen vino y cenado pan árabe con jocoque con especias y un poco de aceite de olivo. Y un guiso con champiñes, pimienta árabe y queso. Y nos hemos abrazado. Y hemos sonreido escuchado música en español.

Hay un pensamiento... toda esta semana he estado pensando en un mail -sí, te escribo a ti que estás lejos, que estás por emprender una aventura en Rusia, que me miras entre los paisajes de París- concluyendo, borrando y reescribiendo cosas.

Puedo decirte ahora que hoy, gracias a Liz, he sacado una gran conclusión: cuando tienes una relación así, cuando se ha compartido tanto y se ha construido tanto con una persona, la distancia es difícilmente un impedimento para que sigas estando con el otro. Y sí extrañas a alguien, mujer, extrañas a la persona no porque te sea "necesaria", sino porque has comprendido que compartir con el otro tiene que ver con un acto más puro: querer.


Así te extraño yo: te quiero.

***

Embellecemos la vida porque podemos crear. No hemos dejado de crear juntas. Sólo quiero que tengas esta certeza.

Desde una habitación con ventanas abiertas, en algún lugar del sur de México:
S.