Tu casa, al ser el lugar donde lees, puede decirnos cuál es el lugar que los libros tienen en tu vida, si son una defensa que tú interpones para mantener alejado al mundo de fuera, un sueño en el que hundes como una droga, o bien si son puentes que lanzas hacia el exterior, hacia el mundo que te interesa tanto que quieres multiplicar y dilatar sus dimensiones a través de los libros. Para entender esto, el Lector sabe que lo primero que hay que hacer es visitar la cocina...

Calvino, Ítalo (2003) Si una noche de invierno un viajero, Siruela, p. 155.

[Curivas mías. Pasado el tiempo recordaré que en diciembre de 2010 leí un libro de Calvino, sin lentes. También que vi Cinema Paradiso y escribí, con cierto turbamento (la palabra en español no existe, pero siempre que escribo esa palabra recuerdo a Alfredo, de la Traviata, diciendo: "Qual turbamento! a chi scrivevi?"), sí, con cierto turbamento, sobre libretas amarillas. Mañana pondré otra cita. Escribiré, ahora en una libreta azul, sobre el viaje que emprendí a Hidalgo...La foto es mía.]