25 julio, 2010







Han sido días de mucho silencio. Por ende, he oído más la lluvia, algún compás estridente que me llega de repente de los danzones de la familia de la esquina, y en las noches los ladridos de los perros en la casa del fondo. Me he concentrado en retomar retazos de algo que quise aprender hace mucho y que, ahora, necesito. Fui de viaje a Real del Monte y tomé un par de fotos que me gustaron en demasía. También fui a Peña del Aire y me picaron los mosquitos y ahora estoy preocupada porque en cualquier momento puedo morir y me diagnosticarán un paro cardiaco cuando la causa puede ser cualquier otra cosa que me hayan transmitido los insectos. Esta última idea es patrocinio de Juan, médico anestesiólogo futuro esposo de Bet, mi prima veterinaria.

Bien. Antes de que muera por eso o porque me atragante con una aceituna, quiero seguir haciendo muchas cosas. Entre ellas, estremecerme al ver películas o al leer alguna frase de un libro que compré hace mucho pensando en días lluviosos como estos. Pues estas dos cosas he hecho por estos días y hoy precisamente vengo de ver una película que me ha gustado mucho, por las canciones, por lo "cursi," porque una buena película -a mi juicio, del cual, queridos tres lectores, dispónganse a dudar- puede expresar temas delicados y tristes sin tener que apelar a recursos insidiosos para hacerte lagrimear y provocar una turbulencia dramática. Bueno, pues, no manipularte con recursos vistos hasta el cansancio (niños desnutridos con caras tristes, como propaganda para la miseria) pero sí describir una realidad que no es ajena a la situaciones humanas de desigualdad. Y sí, al final, tener un final feliz con un motivo también ya retomado (el regreso a casa, el reencuentro de la identidad) pero no por eso mal manejado o menos disfrutable.

Estoy hablando de Swades, película que formó parte del ciclo Bollywood de la Cineteca Nacional y que se llamó en español, precisamente Regreso a Casa.



La historia es "sencilla". [SPOILER] Un hindú de la casta de los brahmanes es mandado a estudiar a Estados Unidos y allí se gradúa de la Universidad de Pensylvania, trabajando tiempo después en un proyecto para la NASA. Los padres de éste mueren y después de muchos años él siente la necesidad de regresar a la India por su nana, (Kaveri Amma) a quien considera su segunda madre y a quien dejó en un asilo de ancianos. Regresa pero para su sorpresa ella no está ahí, se ha ido a un pueblo del cual el protagonista no posee información. Hay una frase que una anciana que está limpiando la oficina del asilo le dice al protagonista (llamado Mohan): "Kaveri Amma es muy afortunada: una mujer ya antes ha venido a buscarla, y ahora la vienes a buscar tú. Nosotros, los demás viejos, no contamos con tanta suerte". Primer enfrentamiento con esa otra "realidad" que no tiene que ver con el estilo de vida del protagonista. Mohan por fin obtiene información del pueblo -gracias a una linda chica hindú que después tomará un papel primordial en la historia- y se dirige hasta allá. Después de errar el camino y volverlo a encontrar, llega al lugar donde vive su nana. Ahí aprenderá muchas cosas y se cuestionará otras tantas, que tienen que ver, por supuesto con la identidad y el afecto que le tiene a esa tierra, pero también con los ojos distintos con los que ahora él ve, pues ha vivido en otro país y tiene otra visión de las cosas, como para cuestionar(se) la tradición y la cultura. [FIN del laaargo SPOILER]



La película me hizo cantar, observar paisajes nuevos, lagrimear, reír y sobre todo, pensar . Pensar en cómo al final las circunstancias de desigualdad social tienen que ver no sólo con otro país y sus sistema de castas ancestrales, que determinan el destino de quien nace en cuna de brahmán o de paria. No. En realidad tiene que ver con la estructura de pensamiento o la condición humana -qué sé yo- que permite que se den esas estructuras, independientemente de si son religiosas o meramente económicas (y con ello, por supuesto, sociales).

Salía yo de la Cineteca pensando en estos menesteres cuando rebasé a dos señorsitas con tacones que sonaban al mismo compás. Alcancé a escuchar algo como esto: "Fíjate que lo que se me hace poco creíble de la película es que una muchacha pueblerina salga con esas ideas progresistas"... y yo me dije: Sí, a esa "desigualdad" me refiero.

Igual no quiero acabar el post con un mensaje moralino ni nada. En realidad yo no creo que ni hombres ni mujeres seamos iguales ni que los norteños sean iguales que los veracruzanos o chilangos. Pues no, en realidad no: nacimos con un sexo diferente, y en circunstancias geográficas distintas, tenemos, pues, modos distintos y puede que idiosincrasias distintas. Pero sí somos TODOS SERES HUMANOS. A lo que voy es que el azar de la geografía o el color de piel (o cualquier otro azar) NO DEBE DETERMINAR SI ERES MEJOR O PEOR PERSONA, NI TAMPOCO SI TIENES O NO MEJORES "OPORTUNIDADES" PARA DESARROLLARTE O ERES MAS O MENOS INTELIGENTE. Sé que es una utopía. Sé que si naces en una de las 12 (o 24) familias más ricas del país, OBVIAMENTE tendrás más oportunidades de conocer cosas (que impliquen dinero) y de relacionarte en determinados "ámbitos". Pero también sé que no estás completamente determinado por tus circunstancias. Y que aunque no seas hijo de Carlos Slim sí que puedes moverte y hacer lo que quieres, si lo tienes claro.

(El problema es tenerlo claro, queridos tres lectores).

En fin. Yo no voy a cambiar la mentalidad de la gente. A lo mucho podré convencerme de algo y seguirlo, y ser (o intentar) coherente, aprovechando las oportunidades que he tenido (de pensar, de acceder a información, de convivir con gente con una mentalidad abierta, etc.) para conocer. Creo que eso es lo más honesto.

Finalmente, llega un momento en el que uno mismo desea -o no- ampliar su visión de las cosas. Y hacerlo -sí, tomando en cuenta miles de variables y circunstancias- es una decisión personal.



Ps. 1. Las tres fotografías son de la película en cuestión.

Ps. 2. He tenido en mente lo que le dije a un anónimo de un post anterior: que subiría unas citas ineresantes de un comic, que hablan de dios. Bueno, mi compu -en la cual tengo ese comic- ha sufrido averías pero pronto las subiré.

UPDATE: Eso de la decisión personal... lo escribí pensando en las señorsitas de tacones. También sé que si la primera necesidad -comer- no está cubierta, difícilmete, aunque quieras y lo decidas, querrás "cultivarte" y "ampliar tu visión de las cosas".

Joder. A veces, cuando esa necesidad está cubierta, los niños crecen en ambientes que los laceran y aniquilan emocionalmente. Como adultos, buscan en entre sus laberintos ayuda para superar eso, no para "ampliar su visión de las cosas".

Joder. Hay niños que entran en guerrillas y lo único que quieren es sobrevivir. ¿Cómo van a pensar en ampliar su visión de las cosas?

Y sí, a eso me refiero con desigualdad.







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