Tocas un cuerpo, sientes su repetido temblor
bajo tus dedos, el cálido transcurrir de la sangre.
Recorres la estremecida tibieza,
sus corporales sombras, su desvelado resplandor.
No hay palabras. Tocas un cuerpo; un mundo
llena ahora tus manos, empuja su destino.
A través de tu pecho el tiempo pasa,
golpea como un látigo junto a tus labios.
Las horas, un instante se detienen
y arrancas tu pequeña porción de eternidad.
Fueron antes los nombres y las fechas,
la historia clara, lúcida, de dos rostros distantes.
Después, lo que llamas amor, quizá se torne forzada promesa,
levantado muro pretendiendo encerrar,
aquello que únicamente en libertad puede ganarse.
No importa, ahora no importa.
Tocas un cuerpo, en él te hundes,
palpas la vida, real, común. No estás ya solo.
Juan Luis Panero
[Imagen de Gerard Gerard Richter]
6 andantes dijeron:
grande
el linaje e los Panero ha sido rete fructífero, a mi me cuadra mucho el hijo, Leopoldo María.
besucón barbonsillo y decembrino.
man!!!!
no pude llegar ese viernes
estuve enfermo
luego nos encontraremos
w00t, im back! ;O
Saludines, saludotes!! gracias por tus lindos commnts mhija <3 1000
Sabía que no podías dejar la blogancia =P
J'<3 tú
Isteri: a mí también, me cuadra el linaje de los Panero. Este año leeré más del hijo.
Le mando un beso también, de Nuevo Año, y un abrazo grande grande.
JP: Nos vemos este año
BAjnú: je, no podía, ¿Verdad? besos
Buscando este poema de Panero, he llegado por vez primera a las costas de tu espacio. Gracias por ello.
saludos...
Ángel: te sorpredería saber las veces que nos hemos encontrado, en diferentes costas (en diferentes espacios, que no han sido sino uno)
Gracias por anclar, algunos momentos, aquí.
Saludos!
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