09 julio, 2011



Tiendo la cama de mi madre. Nunca le ha gustado dormir con la cama destendida. Tampoco si la colcha está arrugada por alguna razón. Decían que mi bisabuela prohibía tajantemente que sus nietos se sentaran en las orillas de la cama, porque no quería ver ninguna arruga...

Me ha parecido que el llanto viene cuando estoy lejos de aquí. A pesar de la casa deshabitada la mayor parte del tiempo, a pesar de la oscuridad, a pesar de los tanques de oxígeno parados, los rastros de papel, de talco, de cremas y lociones riquísimas... a pesar de eso, no he sentido su ausencia cabal. O será que la evado cuando llego, y me limito a ver las flores y las veladoras, saludar a mis tíos y tías, despedirme, salir.

En mi mente estaba escribir sobre el entierro. Pensé que sólo viviría una vez su entierro, y debería estar atenta, debería observar. Pero creo que ha sido un poco una defensa el pensar que, como siempre, estará sentada en la silla, esperando que la vayan a visitar, con sus rosarios, las fotos de sus nietos, sus juguetes. 

Y entonces, mejor no pienso. 

Mejor me limito a leer comics, o lavar trastes sucios, o escribir correos "formales". Me limito a recordar donde dejé ese papel importante que me retrasará de nuevo el trámite de examen si no lo encuentro allá. 

Es difícil conjugar en pasado.

***

 Hace una semana mi hermano entró a mi cuarto, me tocó el hombro y sólo dijo "ya pasó". Puse mi rostro sobre la almohada y lloré. Esperábamos que sucediera en viernes, yo estaba fuerte y desapegada. Pero hoy  se levantará la cruz y todo volverá como un círculo y me daré cuenta que eso no era cierto.

Yo no sé dónde está. Y yo no sé si la muerte finalmente es como un sueño, y si la consciencia se apaga como si fuera una vela en medio de una cueva sin aire. Si hay alma o no, si hay energía o no, si hay paraíso o infierno, o limbo, o nada.

Quisiera pensar que todavía hay una conexión entre ella y yo y que puede saber cosas: cómo la recuerdo, cómo me pongo las medallas que me regaló o imprimo fotos suyas. Pero eso yo no lo sé. Me limito a recordar retazos de momentos con ella. Cuando todavía le escribía cartas hermosas y tenía fe...







7 andantes dijeron:

Sancho Panda dijo...

Un abrazo grande, de corazón

Débora Hadaza dijo...

un abrazo, eso es todo.

Sybila dijo...

Abrazo a los dos =)

luciernaga dijo...

Mi hombro, dos brazos abiertos y una sonrisa

Sybila dijo...

Luciérnaga: muchas gracias por tu huella en este blog. Un abrazo para ti =)

Raquel dijo...

S.
Abrazo. Muy grande.

Sybila dijo...

Raquell:

Un mega abrazo para ti =)

De la tierra que vuelve

De la tierra que vuelve
Cedros de Líbano
 

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