20 mayo, 2010




...y entonces estamos en el tablero del ajedrez del mundo. Monsanto y otros corporativos tienen ya el monopolio de los alimentos (transgénicos). Con ello también el poder económico y político. Y dicen: ¡que esta nación desaparezca! y así se hace. Y dicen: ¡dénme las armas nucleares de la otra! y eso sucede. Ese es el ajedrez del mundo, los hijos del rey y el rey, como los peones, están enfermos (de cáncer y otras enfermedades que todavía no conocemos). ¿Y el dinero entonces qué? ¿Y el poder entonces qué?



*La historia:

1.- Los corporativos (como
Monsanto) juegan a dios -el dios que ustedes quieran- y alteran los genes del maíz y de la soya.

2.- Como ya los alteraron, se vuelven "propiedad privada del corporativo" esos productos que se llaman ahora "
transgénicos" y bueno, si ya es "nuestro" pues porque no "lo patentamos".

3.- Ahora que lo patentamos, si mis cien hectáreas de cultivo están cerca de un terreno de una hectárea y las
esporas vuelan y contaminan tu terreno... ni modo, estás usando "MI" maíz transgénico que ya está PATENTADO y tengo que cobrarte derechos por su uso.

4.- Cobro derechos por su uso. Como la semilla está alterada no puedes -
campecino- guardarla y volver a cultivar con ella. Me tienes que comprar más semillas y los fertilizantes que te llevas, oh, sí.



***

Patentar alimentos se me hace tan absurdo como si alguien de repente dijera: Voy a patentar el teorema de Pitágoras y de ahora en adelante quién lo use tiene que pagarme derechos...



[Foto:
Chema Madoz]

2 andantes dijeron:

Débora Hadaza dijo...

asi es de absurdo

Sybila dijo...

Es super absurdo, Deb.

De la tierra que vuelve

De la tierra que vuelve
Cedros de Líbano
 

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